Todo el mundo sabe que las fiestas de cumpleaños no suelen destacar por tener comida saludable. ¿Es realmente esto un problema para nuestra su salud?
Pues la respuesta es la misma que siempre. Depende. Porqué con la alimentación pocas veces vamos a encontrarnos con una respuesta que sea “blanco o negro”.
Uno de los factores más importantes que definirán si estos eventos son un problema para la alimentación (la tuya y la de los peques de la fiesta) es la frecuencia.
No es igual de relevante comerse un trozo de tarta y picar de los aperitivos cuando sueles asistir a 2 o 3 cumples al año que si te invitan a varios todos los meses.
Aun así, en cualquiera de los dos casos, una buena estrategia para controlar lo que tú comes es coger un plato y llenarlo de las cosas que más te gusten. Y no comer más de lo que te quepa en ese plato.
Ahora bien, con los peques eso no es tan sencillo… A veces la mejor opción es asegurarse de que el resto de los días su alimentación sea de calidad y enseñarles elegir. Y sobre todo, a decir que no.
Que no, que no estoy tranquilo o tranquila dejando que coman cualquier porquería que pueden ofrecer en un cumpleaños. Pues bien, a continuación te dejo un par de soluciones que puede que te sean útiles:
- Habla con quién organiza la fiesta y preguntale si le puedes ayudar con la merienda del cumple. Quizás puedas conseguir mejorar las opciones añadiendo fruta, frutos secos y agua (por desgracia creo que tengo que añadir el agua a la lista) o a preparar sandwiches diferentes a los típicos de embutido o nocilla.
- Lleva tú tus propias opciones. Sí, se que socialmente queda fatal. Pero tampoco está demás explicar a la gente (si alguien pregunta) que para ti la alimentación es algo importante y prefieres comer eso. Siempre de forma educada, claro está.
- Prepara una comida más saciante de lo habitual antes del evento. Esto NO quiere decir que les obligues a comer más. Simplemente ofreceles mayor cantidad de frutas o verduras, tubérculos o prepara algo más graso. Y con un poco de suerte puede que no tengan tanta hambre durante el cumpleaños
Dicho todo esto, voy a terminar con una pequeña reflexión sobre los cumpleaños y la comida. A la vista está que los humanos hemos convertido la comida en parte de casi cualquier evento social. Pero… ¿realmente tiene la importancia que le damos en un cumpleaños? Quiero decir, podríamos “olvidarnos” un poco de la costumbre de que tiene que haber comida de por medio y centrarnos más en otros aspectos del evento. Como, por ejemplo, pensar en actividades que se pueden hacer en esos cumples. Preparar algún tipo de juego que involucre tanto a los mayores como a los pequeños.
En definitiva, centrarnos más en que un cumpleaños está para celebrar que un año más estamos con la gente que queremos y preparar cosillas chulas que nos hagan disfrutar de la compañía de todos y todas.